12 Ecologías de aprendizaje

Introducción

Las ecologías de aprendizaje a lo largo de la vida son un concepto que pretende abordar la complejidad del aprendizaje en nuestra sociedad contemporánea. El constructo pretende superar las separaciones que ya no son útiles en una situación en la que el aprendizaje se produce en diversos contextos de la vida y especialmente también más allá de la educación formal (Sangrà et al., 2019), y en contextos no necesariamente presenciales.

De hecho, la abundancia de recursos en la web abierta y social ha creado oportunidades de aprendizaje sin precedentes. Las nuevas formas de aprendizaje ponen cada vez más en evidencia el hecho de que es el aprendiz quien ejerce su propia libertad de decisión y elección (Kop y Fournier, 2010; Siemens, 2008). Además, la posibilidad de combinar actividades digitales con actividades presenciales ha llevado a la hibridación de contextos de aprendizaje, en los que los aprendices experimentan una especie de contínuum entre lo presencial y lo que es completamente en línea, donde buscan recursos, cultivan relaciones y se dedican a actividades que les ayuden a alcanzar sus objetivos de aprendizaje más o menos conscientes (Esposito et al., 2015).

Por lo tanto, la idea de cultivar las ecologías del aprendizaje intenta acotar esta complejidad y ofrecer nuevas orientaciones para diseñar y desarrollar trayectorias de aprendizaje a lo largo de la vida. A lo largo de los años, el concepto se ha considerado especialmente útil para explorar cómo se desarrolla la fluidez de la apropiación tecnológica (Barron, 2004), para entender el aprendizaje adulto y profesional (Maina y González, 2016; Sangrà, 2015) para orquestar un aula expandida con diversas disciplinas, desde el aprendizaje de la lengua hasta el de la ciencia (Gutiérrez et al., 2011; Krumsvik et al., 2016; Lai et al., 2013). Y cabe destacar también que el concepto se ha aplicado para repensar el desarrollo profesional del profesorado (Romeu-Fontanillas et al., 2020; González-Sanmamed et al., 2020).

Ecologías del aprendizaje a lo largo de la vida: una definición operativa

La perspectiva ecológica se adoptó en las ciencias sociales a principios de los años ochenta por medio del enfoque interdisciplinario pionero de Bateson para estudiar el comportamiento humano, en su trabajo «Steps to an Ecology of Mind» (Bateson, 1987). También, Bronfenbrenner (1979) había caracterizado el desarrollo humano como un proceso basado en interacciones a diversos niveles sociales en lo que llamó «la teoría de los sistemas ecológicos». En su enfoque, Bronfenbrenner describió la capacidad del individuo para apropiarse de diversos recursos para el desarrollo de sus competencias.

Si bien los dos autores anteriores ven que el sistema sociocultural es complejo y multicapa y se desarrolla de la misma manera que lo hace una ecología, la perspectiva de Bronfenbrenner pone el acento en la agencia de quien aprende –entendida como la habilidad o capacidad para tomar decisiones y actuar con la intención de producir un efecto: el aprendizaje– respecto de su compromiso con el autodesarrollo. En el contexto educativo, la literatura existente define las ecologías del aprendizaje de diversas maneras, como hemos comentado antes. Sin embargo, a partir de nuestra actividad investigadora (Sangrà et al., 2021; Romeu-Fontanillas et al., 2020), podemos ofrecer la siguiente definición operativa:

Estas estructuras están «vivas», cambian y también están modeladas por la identidad de quien aprende y su enfoque histórico del aprendizaje, así como por las oportunidades que ofrecen los espacios institucionales y socioculturales por los que se mueve. Despertar la conciencia del estudiantado respecto a la existencia de sus ecologías del aprendizaje le dará más poder, más capacidad, y le animará a participar en prácticas que le facilitarán desarrollar mejor su propia agencia. Esto implicará que pueda activar nuevas y mejores oportunidades de aprendizaje en medio de la abundancia caótica que a menudo caracteriza a la sociedad digital.

¿Cuáles son los elementos críticos de una ecología del aprendizaje?

La organización CORE Education – Tatai Aho Rahu (2018) ha identificado las ecologías del aprendizaje como una tendencia relevante en la educación y ha explicado sus elementos alineándolos con las definiciones que se dan en el campo de la ecología como ciencia de la vida (véase la siguiente tabla).

Elementos de las ecologías de aprendizaje que se alinean con los sistemas ecológicos naturales

Elementos de una ecología Características de una ecología de aprendizaje
Hábitat Las personas que aprenden continúan aprendiendo y creciendo en una gran variedad de entornos, incluidos entornos formales e informales y presenciales y virtuales.
Territorios y nichos Reconoce la contribución única y valorada, de profesorado, familias, personas «expertas» de la comunidad y los compañeros y compañeras, para «hacer que el aprendizaje sea posible». Todos los miembros de la ecología son personas que aprenden.
Autorregulación (dentro del sistema) Todos los miembros de la ecología tienen agencia y son capaces de demostrar liderazgo. Las principales formas de asistencia son formas de apoyo «relacionales», como la creación de redes, el desarrollo de conexiones entre participantes, la alineación institucional de las prioridades, el fomento de las interacciones entre iguales, etc.
Desarrollo, transformación a lo largo del tiempo La actividad de aprendizaje se caracteriza por:

  • Indagación colaborativa. El motor del cambio se basa en la comprensión de que las soluciones que buscamos existen dentro de la red de colaboración y surgirán trabajando conjuntamente para desafiar el pensamiento y la práctica.
  • Construcción de conocimiento. Poder trabajar con lo que se conoce (es decir, el conocimiento de la teoría, la investigación y las mejores prácticas) y lo que saben las instituciones (es decir, lo que saben las personas profesionales) para crear nuevo conocimiento (es decir, un nuevo conocimiento creado mediante un esfuerzo colaborativo).
  • Toma de decisiones participativa e informada. Saber cómo acceder a la información que circula por medio de espacios participativos y utilizarla para tomar las decisiones que importan al estudiantado. La información se puede buscar dentro y fuera de las instituciones educativas.

Fuente: elaboración propia

Para continuar explorando los diversos elementos de una ecología del aprendizaje a lo largo de la vida, echemos un vistazo al diseño inspirador hecho por Giulia Forthsite a partir de una conferencia de Albert Sangrà:

¿Por qué son importantes las ecologías del aprendizaje permanente?
Fuente: Giulia Forthsite

En esta figura, podemos observar cómo la persona que aprende se mueve por diversos contextos y espacios para generar una estrategia personal, individualizada. Recordemos que la ecología de aprendizaje es individual, de cada uno, por más que, posteriormente, podamos identificar rasgos característicos que coinciden en determinados sectores profesionales. Otro elemento relevante es que no podemos implementar el «diseño instruccional» o diseño del aprendizaje como actividad fija y previa del profesorado antes de entrar en el aula. En cambio, debemos diseñar (como profesionales de la educación) actividades que ayuden a la persona que aprende a cultivar las mejores estrategias en diversos espacios: generar o promover oportunidades de aprendizaje.

Hay que tener presente, pues, que:

  • El aprendizaje sucede en varios contextos de aprendizaje (que a menudo estarán conectados), en los que se incluye el aula (¡pero puede ser, en muchos casos, que este no sea el espacio más relevante!).
  • El estudiantado busca activamente interacciones con los demás y con recursos para desarrollar sus conocimientos y habilidades, especialmente cuando cree que este aprendizaje le ayudará a encontrar un equilibrio relacionado con su vida social.
  • El estudiantado realizará actividades, de manera individual o grupal, que le ayudarán a exponerse a conocimientos y a practicar y mejorar las habilidades que se consideren valiosas para una mejor interacción con los demás.

¿Cómo es una ecología del aprendizaje?

Aunque ya hemos dicho antes que las ecologías de aprendizaje son individuales y cada uno personaliza la suya propia, los diversos rasgos característicos de las ecologías de personas que se dedican a una misma función nos pueden dar el perfil aproximado de las ecologías de aprendizaje de colectivos profesionales. Aquí tenéis un ejemplo, el de la ecología de aprendizaje de una persona profesional docente, conectada con su competencia digital, tal y como se cartografió por medio de entrevistas llevadas a cabo en un proyecto de investigación del grupo de investigación Edul@b:

Las ecologías de aprendizaje profesional del profesorado
Fuente: elaboración propia

¿Cuáles son los roles de las instituciones educativas y del profesorado si el estudiantado puede hacerlo solo?

Las instituciones educativas son capaces de definir estrategias que se ajusten mejor a los contextos sociopolíticos de desarrollo. Por lo tanto, pueden ayudar al estudiantado a prestar atención a temas y agendas sociales que pueden estar ocultos o menos visibles para ellos en casa o en la comunidad. Igualmente, las instituciones educativas y profesionales de la educación están capacitados y encargados de apoyar y enriquecer la búsqueda de los aprendices para desarrollar sus ecologías de aprendizaje.

Por lo tanto, cualquier institución educativa puede orquestar los medios para mejorar las oportunidades del estudiantado de participar en actividades, desarrollar relaciones y encontrar o incluso construir nuevos recursos que sean cruciales para las ecologías individuales del aprendizaje.

También, como en la teoría ecológica natural, diversos sistemas ecológicos interactúan, especialmente el profesorado (como profesionales que aprenden) y su estudiantado. Pero también la institución en su conjunto, los sistemas ecológicos familiares y otros eventuales actores de la comunidad generan oportunidades mutuamente beneficiosas.

Pensemos en un caso –este en el ámbito escolar– que requirió un enfoque crítico en las tecnologías digitales (como área específica de conocimiento nutrida por las ecologías del aprendizaje): la docencia remota de emergencia (DRE), como enfoque adoptado durante el confinamiento correspondiente como medida a la pandemia de la COVID-19.

Los centros con más éxito a la hora de abordar los diversos problemas relacionados con la docencia remota de emergencia fueron aquellos en los que las estrategias fueron discutidas y analizadas por los grupos de trabajo del profesorado, teniendo en cuenta cuál era la situación en casa del estudiantado. Por lo tanto, se apoyó a través de dispositivos (incluso aparatos reciclados) y por medio de actividades para desarrollar la alfabetización digital de los padres y el aprendizaje y el bienestar digital del profesorado. En este sentido, las escuelas evolucionaron en busca de «la homeóstasis» con los sistemas ecológicos externos. De esta manera se alimentó al estudiantado, al profesorado y a las familias de ecologías de aprendizaje en torno a las pedagogías en línea, la alfabetización digital y el uso del medio digital que protegía la salud física y mental de todos los participantes (Bozkurt et al., 2020; Carretero et al., 2021).

Como podemos ver, intentamos pasar de la idea de la institución educativa como una estructura que apoya la enseñanza hacia un sistema complejo que busca generar reverberaciones por medio de los subsistemas ecológicos para apoyar el aprendizaje.

Teniendo en cuenta estos supuestos, a continuación, ofrecemos herramientas para que las instituciones puedan llevar a cabo dos acciones relevantes:

  • Visibilizar las ecologías del aprendizaje.
  • Apoyar el desarrollo de las ecologías del aprendizaje como actividad escolar global.

De la visibilidad al desarrollo de las ecologías del aprendizaje

Cartografiar las ecologías del aprendizaje es un enfoque operativo que ha sido muy bien desarrollado por Jackson (2013; 2019). Su idea es «convertirnos en un cartógrafo de nuestras propias experiencias, cartografiando nuestros procesos y sus efectos, y los cambios que nos suceden mientras actuamos y aprendemos» (https://www.learningecologies.uk/mapping-learning-ecologies.html).

Profundicemos aquí en los elementos que hemos expuesto a lo largo de este documento:

  • Situar el dominio del conocimiento donde debe producirse el aprendizaje. ¿Cuál es el tema o área de conocimiento en el que el estudiantado intentará desarrollar sus ecologías de aprendizaje? Desde la fluidez tecnológica hasta la competencia emprendedora, desde la segunda ley de la termodinámica hasta la captura de datos con sensores en experimentos de biología para entender los efectos del cambio climático, cualquier área de conocimiento engloba actividades, recursos, interacciones en relación con la identidad de quien aprende y las oportunidades que ofrece el contexto. Empezamos centrándonos en el ámbito del conocimiento: cuanto más específico, más fácil será nuestro análisis y el mapa de las ecologías del aprendizaje existentes.
  • Explorar los elementos de las diversas ecologías del aprendizaje que convergen en un espacio o contexto de aprendizaje. Después de situar el dominio, es relevante iniciar un enfoque visual y narrativo para entender las ecologías de aprendizaje de a) el estudiantado, b) el profesorado y c) otros compañeros y compañeras de los grupos de trabajo. Una buena estrategia es generar talleres para mapear conjuntamente con las diversas ecologías del aprendizaje. Por lo tanto, los diversos participantes pueden mapear los recursos, actividades y relaciones dentro y fuera de la institución educativa adoptados para alimentar las ecologías del aprendizaje en torno a un dominio del conocimiento. Las herramientas que pueden adoptarse son la narrativa (cuestionarios, entrevistas y registros del profesorado). Sin embargo, los enfoques visuales son más rápidos y funcionan muy bien en la generación de mapas integrados con diferentes ecologías de aprendizaje para detectar zonas «ricas» y «pobres» del ecosistema educativo. Por ejemplo, se puede colocar en una pared (digital o física) un diseño sencillo en un papel que coloque iconos o palabras clave breves que relacionen los recursos, actividades y relaciones. Los recursos, actividades y relaciones convergentes pueden agregarse en un mapa común o compartido. Además, las áreas de ausencia pueden notarse mediante el mapeo visual.
  • Identificar las zonas «ricas» y «pobres» del ecosistema educativo, una vez que el profesorado ha cartografiado las ecologías del aprendizaje del estudiantado y, posiblemente, varios grupos de trabajo en la escuela se han acercado a las ecologías del aprendizaje profesional. La representación visual agregada hará emerger los ámbitos en los que los recursos o actividades o relación convergentes aporten una base sólida para el desarrollo profesional y, por tanto, para implementar prácticas pedagógicas con impacto en el aprendizaje del estudiantado. Asimismo, puede observarse si las áreas de convergencia son paralelas o «isomórficas» a las ecologías de aprendizaje cartografiadas a escala de estudiante y de aula. Finalmente, las ecologías del aprendizaje cartografiadas también podrían descubrir áreas en las que debemos intervenir y fortalecer el ecosistema educativo.
  • Establecer formas para nutrir las ecologías del aprendizaje y apoyarlas. En este punto debe activarse el design-thinking para apoyar proyectos educativos de diversas aulas, o grupos de trabajo transversales escolares, o actividades con la comunidad. Asimismo, el profesor/educador diseñará el aprendizaje para generar actividades de aprendizaje, utilizar recursos y mejorar las relaciones en el aula que nutran las ecologías de aprendizaje del estudiantado.
  • Analizar el progreso y el impacto final. Más allá del análisis estadístico complejo y la visualización de datos (que pueden considerarse recursos de hecho), puede utilizarse el mismo enfoque de mapas visuales y narrativos. Los mapas pueden construirse en el aula o en grupos de trabajo, teniendo en cuenta especialmente cómo se enriquecieron las zonas «pobres» y cuál fue el impacto en el aprendizaje en relación con el ámbito específico.

Bibliografía

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Bozkurt, A., Jung, I., Xiao, J., Vladimirschi, V., Schuwer, R., Egorov, G., Lambert, S. R., Al-Freih, M., Pete, J., Olcott, Jr. D., Rodes, V., Aranciaga, I., Bali, M., Alvarez, Jr., A. V., Roberts, J., Pazurek, A., Raffaghelli, J. E., Panagiotou, N., Coëtlogon, de P. … (2020). A global outlook to the interruption of education due to COVID-19 pandemic: Navigating in a time of uncertainty and crisis. Asian Journal of Distance Education, 15(1), 1–126. https://doi.org/10.5281/zenodo.3878572

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